IRLANDA: LA ISLA ESMERALDA
Irlanda es una maravillosa isla, también conocida como República de Irlanda, es
un país soberano e independiente que hace parte de la Unión Europea. Su capital
es Dublín, la cual está situada al este de la isla. La isla está rodeada por el
Océano Atlántico y tiene el Mar Céltico al Sur, el Canal de San Jorge al Sureste
y el Mar de Irlanda al Este.
La Pre-Historia:
En la prehistoria los habitantes originarios de Irlanda eran cazadores
y recolectores durante el período Mesolítico y usaban herramientas de piedra.
Alrededor del año 3.000 a. C. evolucionaron a la Edad de Bronce, cultivando
granos, criando animales domésticos y fabricando armas, herramientas y joyería
de bronce. Al comienzo del 2.000 a. C., construyeron grandes santuarios y
tumbas de piedra (megalitos), todavía observables en el paisaje irlandés.
En Irlanda existe un gran número de megalitos (monumento prehistórico).
Algunos, como el de Creevykeel datan del Periodo Neolítico (4000-2500 AC).
Los primeros celtas llegaron alrededor de 1.600 a. C. fundando la
Irlanda celta. Políticamente los celtas dividieron Irlanda en cuatro
provincias: Leinster, Munster, Úlster y Connacht.
Beltane o Bealtaine (en irlandés ‘Buenfuego’) era un antiguo día
festivo irlandés que se celebraba el 1 de mayo. Para los celtas, Beltane
marcaba el comienzo de la temporada de verano pastoral, cuando las manadas de
ganado se llevaban hacia los pastos de verano y a las tierras de pasto de las
montañas.
El Gran Patrono Irlandés
San Patricio (384-461), un arzobispo y misionero venido de Escocia,
llegó a Irlanda para convertir a los habitantes al cristianismo. Pudo realizar
importantes conversiones dentro de las familias reales y, a través de las
escuelas monacales, introdujo a esta cultura oral, la palabra escrita (el latín).
Cuando muere San Patricio, la élite irlandesa ya era letrada y registraba su
historia por escrito para que nosotros hoy en día conociéramos sus grandes
riquezas. Irlanda se transformó casi exclusivamente en cristiana y en centro de
erudición y cultura, pero la mayor parte de este legado fue destruido durante
las incursiones vikingas de los siglos IX y X.
Edad Media: Irlanda pasó por varias
manos.
Al final del siglo X Irlanda estaba dividida por varios reinos, Brian
Boru el rey de un pequeño estado llamado Dal Cais, conquistó a sus mayores
vecinos y se transformó en el rey más poderoso en la mitad sur de Irlanda. Pero
Máel Mórda mac Murchada, rey de Leinster, comenzó a conspirar en su contra e
hizo una alianza con Sitric, el rey vikingo de Dublín, quien consiguió ayuda de
los vikingos de las islas Orkney y de la Isla de Man. La batalla de Clontarf,
cerca de Dublín, en 1.014, terminó con la victoria de los ejércitos vikingos.
En 1.169, Ricardo de Clare junto a Dermot McMurrough y un grupo de cambro-normandos
que venían de Gales e Inglaterra, llegaron cerca de Waterford y se asentaron a
la fuerza. McMurrough, conocido como el traidor más notorio de Irlanda, fue
expulsado como rey de Leinster e invitó al rey inglés Enrique II a que lo asistiese
en recuperar su trono. La subsecuente invasión condujo a que Enrique se
convirtiese en Señor de Irlanda, hecho que marcó el comienzo de 8 siglos de
dominación inglesa. Hacia 1.300 los normandos controlaban la mayor parte del
país, pero no lograron conquistarlo efectivamente porque nunca establecieron un
gobierno central desde el cual se pudieran imponer.
Desde 1.350, los jefes irlandeses, quienes tomaron muchas de las armas
usadas por los cambro-normandos y habían aprendido algunas de sus tácticas,
comenzaron a recuperar sus territorios. En 1.360, la mayoría de los
colonizadores normandos se habían acogido a las leyes irlandesas y adoptaron
las costumbres, la música, la poesía, la literatura y las vestimentas de los
nativos de la isla, llegando a asemejarse a la población irlandesa hasta el
punto de ser conocidos como “Más irlandeses que los mismísimos irlandeses” esto
hizo que el parlamento inglés lo considerara una posible amenaza para sus futuros intereses de colonización de la isla.
Edad Moderna: La Revolución y la
Conquista.
En 1534, Enrique VIII de Inglaterra rehusó reconocer la autoridad del
Papa y persuadió al parlamento inglés a reconocerlo a él como cabeza de la
Iglesia de Inglaterra.
Entre 1537 y 1541 fueron suprimidos numerosos monasterios y su
propiedad fue confiscada. María I de Inglaterra, la hija de Enrique que le
sucedió en el trono en 1553 y era ferviente católica romana y se esforzó por
restaurar la antigua religión tanto en Inglaterra como en Irlanda, estaba
convencida de que la mejor manera para dominar Irlanda era introducir colonias
de ingleses en el país.
Isabel I, hermana paterna de María, a quien sucedió en 1558, adoptó una
actitud más sectaria, y un grupo de arzobispos y religiosos irlandeses fueron
ejecutados. Esta persecución hizo que aquellos anglo-irlandeses que seguían
siendo católicos romanos se unieran más. Creció entonces un nuevo espíritu de
nación, que era al mismo tiempo católico romano y antiinglés.
En 1641 se da origen a la Rebelión irlandesa y hasta la Conquista de
Irlanda por Cromwell en 1649, dos tercios de la isla estuvieron gobernados por
la Confederación de Kilkenny (irlandeses católicos), de allí en adelante se
constituye la República de Irlanda (la cual abarca 26 de 32 condados en la
isla) a partir de complejos desarrollos constitucionales llevados a cabo en la
primera mitad del siglo XX.
Edad Contemporánea: La Gran
Hambruna Irlandesa y la Guerra de Independencia.
El hambre y diversos conflictos arrasaron con el campo irlandés durante
el siglo XIX. Irlanda pertenecía como unidad al Reino Unido de Gran Bretaña e
Irlanda. Entre 1845 y 1849 la cosecha de patatas, que se había convertido casi
con exclusividad en el único alimento de la gran mayoría de la población
irlandesa, fue sistemáticamente destruida por una plaga de parásitos. La
población más humilde se vio privada de su principal y casi único alimento, lo
que acabó provocando una hambruna de proporciones catastróficas, conocida como
la “Gran Hambruna Irlandesa”.
Alrededor de un millón de personas perecieron de inanición, la mayoría
vagando por los caminos después de ser desalojadas de sus casas al no poder
hacer frente al pago del alquiler. La emigración se convirtió en una cuestión
de vida o muerte y se produjo un éxodo masivo de población irlandesa a otros
países como Inglaterra, Canadá y Australia, pero sobre todo a Estados Unidos. Se
calcula que la hambruna redujo la población irlandesa, por muerte y emigración,
de 8 millones a 4,5 millones de habitantes.
En 1919, la mayoría de los políticos electos rechazaron sus asientos en
la Cámara de los Comunes Británica. En cambio, establecieron un parlamento
irlandés extra-legal llamado Dáil Éireann, cuya intención era requerir la
independencia irlandesa y el no reconocimiento de la Cámara de los Comunes. Se
declaró entonces la independencia nacional en 1919 en nombre de la proclamada
República de Irlanda. Este hecho condujo a la Guerra de Independencia
Irlandesa, del Ejército Republicano Irlandés contra el Reino Unido. En 1921, los
representantes del gobierno británico y el gabinete de la República Irlandesa
negociaron un Tratado anglo-irlandés y crearon un nuevo sistema de autogobierno
legal irlandés, conocido como “dominion status”.
El nuevo Estado Irlandés fue creado con reconocimiento internacional y
llamado el Estado Libre Irlandés. Los 26 condados restantes de Irlanda fueron
convertidos en el Estado Libre Irlandés.
Irlanda se unió a las Naciones Unidas en 1955, y en 1973 a la Comunidad
Económica Europea (ahora incorporada en la Unión Europea). Los gobiernos
irlandeses han intentado alcanzar la unificación pacífica de Irlanda y han
cooperado con Gran Bretaña contra el violento conflicto entre grupos
paramilitares en Irlanda del Norte conocidos como The Troubles.
DATO CURIOSO: Declarar el
liberalismo económico a finales de los años 1980 llevó a Irlanda a una rápida
expansión económica, particularmente entre 1995 y 2007, ubicándola en la
actualidad entre los países más ricos del mundo en términos de renta per cápita
(relación que hay entre el Producto Interno Bruto y la cantidad de habitantes
del país).
GEOGRAFIA
Su geografía se encuentra accidentada por los montes de Donegal, los de
Wicklow, los de Mourne, los Mac Gillycuddys Reeks y principalmente por su
cumbre más alta: el Carrantuonhill (1.041 m). Además posee numerosos lagos
entre los que destacan el Neagh, el Lago Erne, el Corrib y el Lough Derg. Los
ríos más importantes son el Shannon, el Blackwater, el Barrow y el Bann. Las
costas que circundan la isla suelen ser muy recortadas, altas, con bahías
estrechas que presentan semejanzas con las rías y los fiordos; son los firths,
cuyas avanzadas hacia el mar abierto acaban formando penínsulas importantes,
especialmente al oeste, como la de Dingle, la de Iveragh o la de Beara en el
condado de Kerry, o también la de Inishowen, la más septentrional de la isla.
CLIMAS Y CIUDADES
Las temperaturas de la zona son modificadas por el Frente Atlántico
norte y es relativamente suave. Los veranos son raramente muy cálidos (las
temperaturas sólo exceden los 30 °C una vez cada 10 años, aunque suelen
alcanzar los 29 °C muchos veranos, sólo hiela ocasionalmente en invierno
(temperaturas inferiores a –6 °C no son comunes). Las precipitaciones son
frecuentes, con más de 275 días de lluvia en muchas partes del país. Como
consecuencia, se pueden encontrar numerosos ríos, que atraviesan núcleos
urbanos. Las principales ciudades son la capital Dublín en la costa este, Cork
en el sur, Limerick, Galway en la costa oeste, y Waterford en la costa sureste.
Y para terminar Algunos Elementos Representativos de Irlanda:
Dublín capital de Irlanda Edificios de Gobierno, Dublin
Aeropuerto Dublin Castillo de Aughnanure, El castillo principal de O'Flaherty.
Un shamrock o trébol de tres hojas típico irlandés (símbolo nacional y tradicional de la cultura irlandesa)
Diamante irlandés.
Acantilados de Moher, costa Atlántica. Parque Nacional de Killarney.
Una de las leyendas de la mitología de la isla consiste en el místico Leprechaun, sabio y adinerado duende que si atrapas, te regalará su oro para que lo dejes marchar.
Bosque caducifolio en el condado de Kerry.
San Patricio, santo patrón. La fiesta nacional es el 17 de marzo en honor al patrón de Irlanda: San Patricio (Saint Patrick en inglés o Pádraig en irlandés), que fomentó el cristianismo en la isla. El trébol de 3 hojas es símbolo porque se dice que San Patricio lo utilizaba para explicar la santísima trinidad. De él se dice que expulsó a las serpientes (el mal) de todo el territorio.
Valle de Glendalough en el condado de Wicklow.
La pradera irlandesa posee un color verde intenso lo que ha dado lugar
al sobrenombre que suele recibir Irlanda: "La Verde Erin"
La poesía irlandesa representa la más vieja poesía aborigen en Europa.
Una pinta de stout, una rebanada de pan de soda y algo de mantequilla untada hacen parte de la gastronomía tradicional irlandesa.
Esperamos que hayas conocido un poco más de esta bella cultura.
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