Jacob Ludwig Karl Grimm (1785-1863) y Wilhelm Karl Grimm (1786-1859), conocidos en todo el mundo como los Hermanos Grimm, desde siempre se interesaron por el lenguaje, la literatura y el folklor de los pueblos, por ello recorrieron pueblos y aldeas de todo el país, conversando con los campesinos, mercaderes, y leñadores, para aprender de ellos, y recolectar historias y leyendas en las cuales se relacionaban el mundo humano con el mundo de los espíritus, tanto los buenos, que ayudan a las personas como los malos que las hacen perderse del camino y caer en la desgracia.
Los hermanos Grimm iban de cabaña en cabaña, interrogaban a la gente, pidiéndole que bucearan en su memoria, en busca de los cuentos que les contaban cuando niños, que habían oído de sus abuelos y que estos, a su vez, habían aprendido también de sus abuelos, ambos tomaban notas inmediatamente, recopilándolos en varios libros como “Cuentos para la infancia y el hogar” y “Cuentos de hadas de los hermanos Grimm” destacados por su belleza, su encanto y su magia.